La razón del perro

-El perro no deja de cavar-…

Todos bailan arrastrados en sus mesas al ritmo del track de la rutina y con una servilleta de sonrisa.

-No, no me llenes la taza, el café se siente más frio de lo habitual-.

Ella mueve y mueve los pies y sonríe en los ojos aguados de él

-¿Que buscara el perro? –

En el reflejo vidrioso le coge la mano, la acaricia, le restriega su mejilla, la huele, se huelen, están tan cerca, suspiran    y     se alejan.

Se miran gris entre humo azul.

Él sabe que no hay diente de león que resista un festín de vientos

Se quema los dedos, suelta, pisa y destruye el cigarrillo

ella quiere irse…

-El perro no para de ahondar, esta exhausto, pero no para-

Ella sueña que vuela y sabe que es volar y sabe que es soñar que vuela, en definitiva, ella sabe volar.

Del reloj en la mesa cae el ultimo granito de arena, mientras las nubes posan con la luna de sombrero mientras llega el viento.

Ella suelta su mano y entre palabras una estrella fugaz….

…y el perro deja de cavar.

Ella se levanta, delicadamente limpia su barba llena de ceniza de la fogata de sus ojos…

Ensancha su abrigo y se va.

Petronito.