Quien ha tenido la suerte de alcanzar, la libertad de
la razón, -aún en cierta medida-, no puede por menos
que sentirse un caminante.
El buen caminante, sentirá con interés y alegría, el
mirar con los ojos bien abiertos, cuanto está a su
alrededor, de ese modo, podrá guardar las sensaciones
en su mochila compañera inseparable de viaje...
El buen caminante, es preciso que tenga alma de
vagabundo, y gran entereza para evitar atar su
corazón a cualquier situación que aparezca.
En su interior, anida una fuerza muy grande, que le
obliga a cambiar de paisaje con cierta frecuencia.
Pasará alguna que otra noche nada agradable, pues
cansado de tanto caminar, llegará tarde a su nueva
ciudad, siéndole difícil encontrar un alojamiento
adecuado.
Pero dada su condición de luchador nato, se limitará
a esperar el nuevo amanecer, para proseguir con la
misma ilusión su periplo anhelado
- Autor: emiliodom ( Offline)
- Publicado: 26 de febrero de 2020 a las 06:03
- Categoría: Amistad
- Lecturas: 33
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, LCRNC
Comentarios1
En esos casos el conformismo puede ser tu mejor amigo.
Muchas gracias por tu acertado comentario
Un saludo.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.