En el vacío-.

Ben-.

Me precipito al abismo

muestro mis manos blancas

partidas en dos por esclavos

dormidas lejos en la intemperie

desvelando los objetos de primera

necesidad.

Escuetamente mi vida desoyó su cántico.

Fórmulas arbitrarias ahora la consumen.

Vínculos forzados por las pétreas miradas

fotográficas.

Ruedos desvinculados del infame paterno.

Me precipito al vacío

sonoramente, escuálido secreto,

fundo los originales, me percibo

neutro, insensible, permeable

a los edificios horrísonos de esta ciudad.

Se ofrece con recompensa mi cara en los depósitos.

Mi gesticulación minúscula, aplazada por términos

decorosos, mi sonrisa forzosa, y esos anillos perdidos,

desubicados, que la luz compromete en estático instante.

Yo tiré los anillos, rodantes, sobre un césped ajardinado.

Y en los dedos del padre, todavía sigue sonando

la maldita estupidez grandilocuente.

Fluyo por las avenidas del vértigo

fundo los hospitales de la miseria

finjo esconderme de los precipicios verticales

en que la mayoría queda atrapada.

Líneas horizontales demuestran su tajo

en mis genitales.

Cimento las escuelas del miedo.

Ojos distanciados que secundan el pánico.

La orquídea siniestra que ejecuta a la perfección

su baño de sangre.

Su canto sonoro y rimbombante lastima mi pecho.

Calcina mis miembros agotados.

Recorro las ciudades como un preso aproximado.

Otorgo a los crepúsculos la calidad de ábside sagrada.

Y lloro

como nieve que silenciara el abismo

por primera y única vez.

 

©

  • Autor: Ben-. (Offline Offline)
  • Publicado: 26 de febrero de 2020 a las 13:56
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 23
  • Usuarios favoritos de este poema: migreriana, Lualpri
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