Búfalos Blancos

 

Cuando maldecía por la esperanza de acabar con los búfalos blancos,

 rodeaban mi casa y no dejaban de gritar que no era un santo.

 o cuando moría por Luciana y Angela,

dos estrellas del cielo puestas en el jardín del deseo.

y claro como olvidar a mis buenos amigos, tony, mac y jesper el albino.

todos los tiempo son distintos,

para cada uno la vida ha sido un desayuno, un almuerzo o la ultima cena vivo. 

Un desparramo de incertidumbre donde ahora vivimos,

el colapso del mundo a nuestro al rededor pero en la televisión solo se ve el dolor,

al salir a la calle se puede ver lo que no se oculta del sol,

las infinitas alas de quienes algún día el mar amo.

Al saber con cautela y esperar a que el tiempo se oscureciera,

al tomar las armas y dejar atrás la comodidad de las sábanas,

el silencio no hablaba, ni las voces del viento estaban,

solo quedaba desolación en el mundo sin alma. 

Pero he despertado, he vuelto

para saber si el cielo tiene tanto de lo que había hablado,

o soy uno más del cual también se ha olvidado.

 He pensado mucho en lo que no olvido,

pienso mucho también en vivir lejos de los sentidos,

no trabado, o loco en las calles del olvido,

con la botella y el alcohol, que deje la vida enterrada mientras se busca  acción,

en la especulación de una novia que decía del dolor,

donde la frontera cuenta una historia de tragedia, gloria y amor,

donde el sudor era sangre derramada, los cuentos de las adás historias jamás contadas.

Se hacían reales al ver como todo se formaba, toda la historia tenia sentido,

y todo mientras aún siguiera escrito,

 no podía encontrar la salvación para quien buscaba en sus instintos.

La soberanía de Australia era la vía al pacifico,

por que la vida me tiene al borde del precipicio.

Por que mis amigos no están y todos ya se han ido, por que no hay vida sin amor,

después de dejar el odio en el corazón.  Las razones para amar se perdían en canción.

Los momentos donde los besos dejaban la ficción,

al abismo del dolor para sanar el corazón.

Los búfalos blancos que pedían mi rendición,

saque mis armas y no deje de disparar hasta ninguno de ellos quedo. 

Ahora sufro por siempre, y muero al dejar de ser omnipresente. 

Por que las tormentas han callado, y olas llenas de fuego han llegado,

las escobas han barrido los campos de regocijo,

y las siluetas de los seres que aún siguen vivos,

esperando encontrar las fuerzas para volver a soñar con el amor perdido,

cuando decía: "hoy te quiero conmigo."

Ahora lejos de todo eso, nada queda. Ni  la esperanza que hizo las maletas,

la vida suele ser compleja, pero nunca es incierta,

pues todo lo escrito en la historia

tenia la capacidad de dejar atrás una vida plena. 

Renacer del viento, el mar y la tierra.

y así en un abrir y cerrar de ojos, morí...

Por LCRNC 

26-02-2020