Eran los pies de mi sino,
con unos zapatos divinos,
nueva vida de verdades,
no huyas de su dulce boca,
suave, nerviosa.
Infancia lejana, en charcos mojada.
La edad y sus contratiempos,
caminar y caminar,
a algún sitio llegarás.
No necesitas recompensa
para continuar,
¡Jamás claudicar!
Caminar por caminar,
descubrir la sinceridad,
seguir la certidumbre
de que te vas a enamorar.
- Autor: puntoycoma (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de marzo de 2020 a las 17:54
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 63
- Usuarios favoritos de este poema: migreriana
Comentarios1
Bellos sueños. Un placer leerle. Saludos
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