Empieza a anochecer
y un poeta se niega a aceptar
a escribir su realidad, su dolor
Unas horas después
empieza a caminar entre la oscuridad
y mirando al cielo con tristeza,
siente como su llanto lo traiciona
Así pues
entre sombras,
sollozos y oraciones
se pregunta;
¡Oh Dios!
¿Por qué a mí?
No importa,
tu risa,
tu mirada
y aquella última caricia
siempre estarán conmigo
como mi más grande tesoro
Con los ojos humedecidos
declama al viento,
¡que Dios guíe tu camino,
chiquilla mía!
Pues por en cima de todo,
mi adiós y el llanto
que hoy derramé por ti
han lavado tu pecado
De corazón te deseo
que la vida premie con amor
el daño que me hiciste
Mañana al despertar
te mandaré una flor
y mi mejor deseo
si algún día él te niega una caricia
En ella encontrarás el beso
que muchas veces me negaste
por estar pensando en él
De mi parte
he escrito en mi alma y corazón
que fuiste y serás por siempre
lo mejor que me pasó.
- Autor: Jose Raul Morales (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de marzo de 2020 a las 19:03
- Categoría: Triste
- Lecturas: 412
- Usuarios favoritos de este poema: neosan, alicia perez hernandez, Sierdi
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