Deambulo aturdido
hacia la metamorfosis cósmica.
La angustia eterna del perdón
me roba la quietud,
dentro de mi piel no hallo acomodo.
En nuestro reencuentro,
mi alma estaba dormida;
la tuya abierta a la amistad,
vestida de perdón,
adornada con amor
y cargada de verdad.
Lentamente,
te apoderaste de mi pensamiento
hasta residenciarte en mi pecho.
Mis acciones te tocan
haciendo brotar el enojo.
Tu visión es la balanza
que pesa lo ocurrido.
Callo,
otorgo mi inocencia.
A veces,
el orgullo grita por la dignidad.
Me oculto en el silencio
porque te amo;
no quiero empañar más tu mirada.
Ama de verdad quien perdona.
Te ofendí,
te quité la paz.
Invoco el perdón
para alejar la ofensa
y los sentimientos que alberga;
para hacer descansar tu mente
mientras sigues el camino.
Perdonarse,
soportarse,
aparta el veneno de la ira;
recuperas tu tranquilidad profunda,
tu salud,
nuestro amor...
- Autor: Walter Rafael Agüero Gomez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de marzo de 2020 a las 11:22
- Comentario del autor sobre el poema: una invocación al perdón sanador, liberador.
- Categoría: Perdón
- Lecturas: 160
- Usuarios favoritos de este poema: Noakyr, LCRNC, alicia perez hernandez
Comentarios1
Hola Walter. Bello poema. Magnifica forma de mostrar la belleza de tu mundo interior. Saludos
Gracias, Frank. Saludos.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.