Veo al viento pasar,
y mis huellas rompen
la lívida yema lunar,
un paso doy
a la impaciencia absurda,
volviendo crestado
con el festón de tus halagos.
Así paso las horas,
viudo de tiempo,
el tiempo que muere
en el futuro minuto.
Así, temblando como hoja
que mira caer el año.
El viento
aquel, silencio agobiante,
aquel que invoca
un silencio
entre espíritu y letra.
- Autor: Carlos García Oliver (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de marzo de 2020 a las 19:43
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 72
- Usuarios favoritos de este poema: Nazaret Muñoz, AZULNOCHE
Comentarios2
Es muy hermoso. La soledad del alma en el silencio más absoluto llega la inspiración. Un placer leerte. Saludos
El tiempo y su misterio, el viento capaz de parar el tiempo para escuchar el más profundo silencio...
Un saludo afectuoso.
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