Descubría,
que hasta la más simple acción,
tiene su forma natural de reacción,
Sentía,
que no tendría seguidores,
a menos que hubiera concretado la acción a la cual predicaba,
Sabía,
que el sembrar disciplina y excelencia,
no serviría de nada si no obtenía resultados de frutos grandes y jugosos,
Comprendía,
que el predicar palabras vagas sin tener resultados inmediatos,
era como explicarle la belleza del atardecer a un ciego,
Entendía,
que mantener el silencio era la mejor manera de gritarle al mundo,
que una vida rica en valores y virtudes,
se llegaba más rápido a una realización social y personal,
lo mejor...
que eso ya es pasado.
- Autor: CésarF ( Offline)
- Publicado: 7 de marzo de 2020 a las 00:46
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 25
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