Vivo con temor todos loa días,
Aterrada por cualquier ruido,
Ya sea una hoja o el ruido de un coche.
Nunca pensé que una mano me taparía la boca,
Que esa mano sea el deseo de complacer,
Que fuese la voz que no pudiese pronunciar
Una palabra de ayuda o de socorro.
Nunca pensé que esa mano fuese a deslizarse entre mis piernas,
que vaya poseyendo cada parte de mi cuerpo,
Que intentase salir de aquella jaula vanamente.
Nunca pensé que esa mano pudiese perder mi virginidad,
O simplemente golpearme o asesinarme con un cuchillo.
Nunca pensé que ese fuese el motivo de mis cicatrices y moratones.
Mis lágrimas corrían entre mis mejillas,
Pidiendo ayuda desesperadamente,
Mientras que yo fui un objeto para él.
Se escucha el ruido de un teléfono,
Es la llamada de mi ex pareja.
Me suplicaba que vuelva con él,
Cuando él fue la causa de mi depresión y de mis cicatrices,
De aquellas lágrimas que derramé por él,
Y que se hicieron cicatrices en mi piel.
Juró matarme, sino;
Y entonces oigo un ruido en mi puerta.
Era el gritándome.
No soy la esclava de tu casa,
Ni tampoco la limpiadora de tu suciedad,
Tan solo soy como los demás,
Así que no te vuelvas contra mí
Como si fuese tu juguete.
... No quiero recorrer lágrimas por tu culpa.
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