Yo entregué todo mi amor,
sin pensarlo, sin dudarlo,
y tú lo pagaste con dolor.
Dí los suspiros, la calma
mil noches, mil desvelos,
y tú me robaste el alma.
Entregué hasta mis huesos,
la propia carne, el Ser,
y no tengo ni tus besos.
Acuñé todo lo vivido
la alegría, la nostalgia
¿y qué me queda?, ¡sólo olvido!
Tú fuiste toda mi vida,
y me pregunto ¿qué eres?,
¡ya nada!, desde tu huida.
Ironía, si tú fueras Ella,
no te perdería.
Ironía, siempre fui suyo,
nunca fue mía.
¡Ay ironía!
SALO.
- Autor: Salo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de marzo de 2020 a las 23:21
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 16
- Usuarios favoritos de este poema: Yamila Valenzuela
Comentarios2
Precioso el poema, con mucho sentimiento. Llega al corazón.
Mil gracias Ana y tu grato comentario es una caricia para el mío. Muchas bendiciones.
Cantándole a la nostalgia y a esa tristeza por un amor ido; Las que hacen que salgan lindas letras como estas. Eso es muchas veces el amor.
Apapacho querido Salo.
Mil gracias mi querida Yami, por apreciar mis sencillos versos así; con tanto cariño.
Te mando muchos abrazos.
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