Carmen et error
Tengo que escribirte y te escribo, te añoro y te deseo como nunca ha sido.
El aire que respiro no es mío ni tuyo, por eso me ahogo a cada instante.
Cada minuto es un lustro, cada año una vida entera, sin ti.
Fabia mía, vivir sin tu mirada se me hace cuesta arriba, y sin la sonrisa
de nuestra niña, que la imagino una mujer sin serlo todavía, tanto me queda
por perder en esta estancia equivocada e injusta.
Espero que tu madre soporte el deshonor con la presencia de ánimo de que
siempre ha hecho gala.
No hago más que extrañarte en esta tierra extraña, que le llaman la de
los sármatas.
Esta gente no es tu gente, mi gente, te lo aseguro.
Distan un cielo de la elegancia y maneras de nuestra gente ¡Qué pena!
Mientras te escribo vuelo hacia Roma, y te veo, y a la niña, con esos ojos
de perlas del color del azabache, ¡Qué bonita está!
Mientras te escribo tirito de frio. Estoy aterido hasta los huesos.
Estas temperaturas son de una reciedumbre que ni en los eneros
romanos, ¡Qué añoro el solaz de las villas de nuestra tierra!
Sabes que Augusto no me quería bien, fue quizá por irme de la lengua,
ese Ars amatoria me salió caro, dicen que todo fue una excusa.
La causa fue un craso error, lo reconozco, en este preciso instante
en que hago acto de contrición por mis pecados. Estuve donde no debía,
escuché lo que no debía, su hija pronunció palabras amorosas a destiempo.
¿O fue su padre? Quise oír un te quiero perdido en el aire, de Julia no fue.
Augusto quiso adivinarme en el espacio externo de la cámara, detrás de las
puertas de la vergüenza.
Fue incestuoso, y no podía permitirse sombras bajo la luz que él proyecta.
Fue eso...
No podía dormir en la desconfianza hacia quien no sigue sus patrones morales.
Su rigor no es el mío, su poder no es el mío, ni su codicia, ni su crueldad.
Era yo un cabo suelto en la perfecta trenza de su imperio.
Su horizonte debía contemplarse diáfano, sin sombra de duda.
Yo era, soy, un lunar que se iba haciendo poco a poco inmenso.
- Autor: Albertín (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de marzo de 2020 a las 17:36
- Comentario del autor sobre el poema: No siempre la soledad es edificante.
- Categoría: Carta
- Lecturas: 18
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