De sus ojos a su boca

Anngiels Simplemente Mujer

 

Angela Grigera Moreno

(Anngiels)

Derechos Reservados

 

Siempre veía sus ojos, en el cuadrito del MSN, su sonrisa  fresca, pero nunca había prestado atención a su boca. Su charla le gustaba, siempre correcto con un dejo de doble intención de tanto en tanto, su edad era algo que la mantenía un poco alejada de sus indirectas, pero verlo por Cam la dio vuelta, le conmovió su aspecto casi descuidado, porque ella lo imaginaba muy diferente, más del tipo de saco y corbata, formal, pero vio en sus ojos picardía,  su sonrisa dulce y unos labios tentadoramente sensuales, de líneas perfectas, esa boca desvió su atención a otras cosas que estaba haciendo en la máquina, atrapándola hasta el punto de comenzar un juego de seducción que terminó en un encuentro.

Mientras él se trasladaba desde bahía a punta pensó en algún momento que podía arrepentirse y metida en esos pensamientos fue el ruido del motor encendido frente a la casa que la alertó de su llegada, tomó de prisa  el abrigo y salió.

 Era la noche típica de un invierno crudo, en el interior del auto el calor le hizo olvidar el frio de afuera, y su boca en el primer beso encendió su piel. Mientras V manejaba y hablaban sentía deseos de besarlo y acariciar su pelo, sintió sus manos  que se deslizaban por los muslos suavemente hacia su entrepierna y su tibieza traspasaba la tela de la calza y producía una hermosa sensación que subía hasta su estómago.

El camino hasta el hostal fue rápido, al entrar a la habitación el deseo era tal que apenas pasado unos minutos ya estaban cubiertos solo con la propia  piel, su boca perfecta, buscaba la suya ansiosa de sentir su humedad y las lenguas semejaban peces deslizándose de un estanque a otro.

Desnudar su cuerpo, fue desenvolver un bombón, y luego degustarlo suavemente y despacito, sentir el contacto de su piel, rozándola, disfrutar su textura con sus dedos y lengua, fue sumergirse en un mar de emociones exquisitas, todo su cuerpo  era manjar de reyes a su entera  disposición y sintió que debía catar su sabor sin remordimientos.

Esos  labios tan deseados antes por él recorrieron su cuerpo con avidez y su lengua probaba el sabor de su piel zigzagueando por su cuello, pecho, vientre hasta llegar a su sexo que se ofrecía exultante a los  antojos de ella que a la vez sentía sus manos  en respectivos pechos estrujándolos entre sus dedos como limones maduros, todo su cuerpo fue cayendo sobre ella como un alud de pasión y desenfreno, y todo en su interior era un volcán de placer.

Como experta amazona cabalgó sobre él con la suavidad de la brisa hasta lograr la velocidad del viento, su rostro de placer  inducía a  besar sus labios, morderlos suavemente y sentir su sabor, percibirlo derramarse dentro suyo  fue el mayor de los deleites sumiéndola en el éxtasis  de la lujuria.

Luego su cuerpo cansado al borde del sueño,  producía en ella ternura y codicia.

No pudiendo frenarla, siguió gozando de su cuerpo entregado totalmente al placer de sentir su boca recorriéndolo de norte a sur  quedándose detenida en la llave del deseo, el momento pasado a su lado fue mucho más complaciente y delicioso que el  imaginado, descubrió en sus brazos que era todo lo hombre que le había prometido ser, y al despedirse se llevó lo que sería un bellísimo recuerdo su piel cálida y tersa de primavera grabada en sus manos

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Comentarios +

Comentarios1

  • Classman

    No me hagas esto por la mañana Teresa. Me ha encantado



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