Sabes que los vientos que soplan, van y vienen,
Que las aguas circulan sin reparar en el camino.
Sabes que la lluvia de la noche no es la misma del día.
Tan cambiante es el suelo en el que estamos parados, mirando en todas las direcciones,
Y cuesta entender algo con tanto movimiento.
Sin embargo, el razonamiento es una cosa,
Pero el instinto prevalece y se impone,
Ante tanta turbulencia, y habla, y nos preguntamos por una conciencia más profunda,
Pero ni siquiera podemos lidiar con el tiempo de respuesta, inmediatamente el cuerpo reacciona y estamos sintiendo la verdad,
La sudamos, la lloramos, y dentro de aquel estado de incontrolable sentir, el instinto habla, y la verdad se hace tangible más allá del eco de nuestra naturaleza que aún se niega a desaparecer.
Sabes que en aquellos vientos me entregué a ti,
Sabes en esas aguas dejé mi ser,
Sabes que en esa lluvia fuí todo y nada, y ahora,
Como un efecto gravitacional involuntario e incontrolable, me muevo en otra dirección, incluso desconocida para mi.
Lamento los daños. Espero que la naturaleza haga lo suyo contigo también...
- Autor: Eli (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de marzo de 2020 a las 15:14
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 31
- Usuarios favoritos de este poema: Fernando?, Diego Nicolás García Contreras
Comentarios1
wooooo
maravilloso,
estoy cansado, es tarde, pero este es de los mejores poemas que he leido aquí, muy muy, lo comentaré en otra ocasión.
me gustó mucho
saludos reales
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