Si tan solo tuviera el silencio que tu respiración provoca,
cuando surca cantando entre tu cuerpo y el mío,
si tan sólo pudiera romper el vacío que llena ese espacio,
para poder curar esta soledad, para alegrar esta tristeza,
para llenar con tu calidez el hueco de mi alma.
Si el final de todos mis días terminara en tu regazo,
a mi pecho no acudiría ésta melancolía,
pero no puedo tenerte siempre, la soledad hoy me acompaña,
éstos agridulces versos se derraman como sangre de mis venas,
y mis manos te buscan, te quiere encontrar mi aliento,
mis suspiros reclaman tu ausencia.
Si tan sólo tuviera el silencio
que tu mirada provoca,
cuando a mis ojos penetra
estremeciendo hasta el alma,
acompañándose con la dulzura
de aquella sonrisa, que callada
entona cuánto me amas.
Bastaría sólo eso para curarme todo,
Tú que salvas mi ser de mi propio mal,
que de mí mismo me sanas,,
bastas solo tu y la canción de tu silencio,
sólo tú y la grandeza de tu amor.
SALO
- Autor: Salo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de marzo de 2020 a las 23:02
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 61
- Usuarios favoritos de este poema: marron, Yamila Valenzuela
Comentarios1
¡Pero qué habilidad para agitar un corazón!
Hermoso poema.
Mil gracias por apreciarlo así, y por tu emotivo comentario, te mando muchos saludos a la distancia.
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