Nunca supe perdonarte cuando pronunciabas mi nombre,
nunca supe perdonar aquella voz que se fue huyendo de mí,
aquella lágrima triste recorriendo almas inocentes,
y aquellas voces que nunca dijeron adiós.
Hay veces que te odio tanto,
que necesito recordarte a través de cristales;
hay veces que te odio tanto,
que mi sangre se convierte en lágrimas;
hay veces que te odio tanto,
que mi voz es sólo un quejido y alarido,
pidiéndote verte otra vez.
Pero hay veces que te quiero tanto,
que me gustaría que huyeras de mí.
- Autor: Dara, La Rusa, Sanz, etc. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de marzo de 2020 a las 09:10
- Comentario del autor sobre el poema: "hay veces que te odio tanto, que mi sangre se convierte en lágrimas;"... ¡Cuán verdad es esa!. Nos queremos tanto que nos odiamos...
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 33
- Usuarios favoritos de este poema: Yamila Valenzuela, Lualpri
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