El carromato filtraba viejas historias
de aquellos funambulistas que al
circular del plato siempre desearon
más risas y menos lamentos.
Entre todas sus músicas destacó
una de mil paréntesis abocada
a ser el refugio del tormento
que siempre hirió a la musa
de mis oníricos sueños, quien
continuamente está alerta cuando
mi fatiga se vuelve crónica
y mi talento de miedo se reboza,
pues tanto pavor le tengo
al olvido como terror al
descuido.
- Autor: polonius (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de julio de 2010 a las 19:15
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 52
Comentarios2
es muy bueno.........te felicito....
Gracias, Maikisupernatural, un abrazo
muy buen poema que estes llena de benciones y te amen mucho
Gracias Cristian Martinez, un abrazo
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