poema de un preso desesperado

Cuando no te veo la imprudencia esta en mí,

Los vecinos se angustian,

Los perros me ladran como si fuera un ladrón,

La alarma del condómino empieza a sonar

Y La policía llega y me quiere arrestar,

Y mientras yo voy preso

Tú le sonríes a otro.

Lágrimas caen por mi meguilla, no por estar preso,

Si no de pensar que ya no te tengo

 Y ahora estas en

Los brazos de otro patán.

Pero ahora muñequita tú me has hecho llorar,

No contestas las llamadas,

Cundo voy a tu casa no me abres la puerta

Y ni me dejas hablar,

Ya ni los poemas que te mando los quieres leer,

Me lo digo tu hermana, pero no pasa nada

Sé que me vas a venir a buscar

Pero cuando eso pase,

 Con el dolor de mi corazón te tendré que ignorar.

Jose Mancilla