Una vez yo tuve un sueño
de ilusión y fantasías,
era un sueño y una edad
de juventud y de vida,
pero la vida pasó,
la juventud fue deprisa,
marchitando aquel sendero
con el sueño y la alegría.
Y pasaron muchos años,
como un velo por la herida,
cicatrizando recuerdos
y naciendo margaritas,
de aquel invierno traidor
solo quedan hoy cenizas
y en los versos del juglar
hay primaveras benditas.
Una vez yo tuve un sueño
y creí que en él yacían,
los deseos y pasiones
de las almas perseguidas,
sin embargo eran recuerdos,
eran penas y llantinas,
con la niebla de legañas
que rondaban las mejillas,
y en el alma de aquel niño
no cabían las mentiras,
ni palabras y promesas
de otras almas retorcidas,
y por eso escribió al cielo,
y le puso en la cuartilla,
unos versos y un poema
con los sueños de sus rimas...
"...No me niegues estos sueños
mariposa tan querida,
pues yo quiero compartirlos
en tu dulce compañía..."
Rafael Sánchez Ortega ©
14/02/20
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 22 de marzo de 2020 a las 08:42
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 42
- Usuarios favoritos de este poema: Yamila Valenzuela, javier Juarez 🍷
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