Oigo desde mis memorias a los parrafos de mi hermano mayor
intentando encausar nuestra mirada;
a las estrellas.
Si,
mi historia
comienza entre un tablero de ajedrez y el libro del Cometa:
de Carl Sagan,
entre las proezas de Albert Einstein o Bertrand Russell,
y una madrugada a la luz de Megaman.
Por ello,
es que invoco al recuerdo
con una antena en la ventana
(como la que hiciste en aquellos años)
o una máquina del tiempo
que replique
aunque sea un poco
a los escenarios de nuestro pasado
para que se arrastre la historia
y ésta;
se precipite en mis versos.
Me dicen voces esenciales
que te convertiste en nuestro Maestro;
supiste sembrar entre nosotros;
en Omar y Pepe
brújulas tangibles e intangibles
para navegar en este océano extraño.
Imaginar lo inimaginable
siempre estuvo a nuestro alcance
cuando de tu mente escurrían las ideas
tus palabras fueron viajes más allá del centro de la tierra
golondrinas rebasando las atmósferas;
de Julio Verne.
Fueron tus charlas;
llaves como las de Zelda o Faxanadu
que nos abrieron las puertas a la ciencia y el mistiscismo.
que nos situaron en el radar de una auténtica espiritualidad.
Y hoy...
no solo nuestra gratitud brota sin remanso
sino el deseo de que te vaya sublime
en esta empresa
al lado de tu compañera.
Hermano:
me consta verte resurgir de entre tus propias cenizas,
alguna vez pensé que el Ave Fénix era solo un mito,
pero tu;
Poeta
me mostraste
todo lo contrario
¡Cuenta siempre con nosotros!
¡Muchas Felicidades!
- Autor: Astronauta (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de marzo de 2020 a las 15:57
- Categoría: Carta
- Lecturas: 14
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