He aquí
a un insensible muro.
Incólume ante el paso del tiempo,
ante el sol,
ante la lluvia.
Muro, nada más que muro.
Impasible
ante el otoño
y ante la primavera.
Muro, nada más que muro.
Clavado en cualquier sitio
de la ciudad,
atemporal y frío
A su lado
pasan los enamorados,
los obreros camino a sus trabajos
y las madres con sus hijos.
Pero él,
muro nada más que muro,
en el día y en la noche,
en el verano y en el invierno.
Pero. . .
será insensible el muro
cuando la enredadera cariñosa
se apretuja contra él
y lo viste
con sus bellas
campanillas azules
Comentarios1
¿será insensible el muro
cuando la enredadera cariñosa
se apretuja contra él
y lo viste
con sus bellas
campanillas azules?
Me encantó.
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