Hoy resuena en tristeza las voces apagadas,
De las vetustas calles que extrañarán los pasos
los diálogos de sabios, las conversaciones serias
los viejos dejaron de estar hablando.
Dejaron las miradas fruncidas de otoñales inviernos
sobre el caminar despacio en el ocaso creciente,
se fueron simplemente,
durmieron para siempre.
Es el crudo dolor mortal del malhadado extranjero,
el que decide hoy sobre las vidas y muertes,
sobre el pueblo de los abuelos,
y sobre las voces de los encierros.
Los fantasmas han cobrado vida y hoy tienen cuerpo
tienen noche y día, de combate sin caballería,
con armadura pálida y con espada fría,
los fantasmas hoy son héroes, en esta pesadilla.
Comentarios2
No tiene una lógica correcta
Si no tienes cuidado
Viejo enterran joven
También mueren médicos y enfermeras
Y el caos se establece como una rutina.
Qué horrible contradicción.
es un escrito por los muertos del coronavirus y los fantasmas somos quienes lo enfrentamos..sin armaduras.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.