Este es mi altar y mi ara
donde sacrifico animales vengativos
donde la propia pureza queda sustituida
y el fiero crepúsculo dormido despide
sus destellos cobrizos.
En esta tierra todavía crecen
palpables muestras de un aturdido vergel
rosas imantadas por la niebla de los pinos
y cuerpos inundados por la cadencia de la música.
Este es mi altar y mi pira, donde arden
esqueletos y signos-.
©
- Autor: Ben-. ( Offline)
- Publicado: 31 de marzo de 2020 a las 02:01
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 44
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Anton C. Faya
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