Razones del mar de amor:
Que locura la de tus ojos, que hermosura la de tu iris;
color esperanza, color pino, color raíz.
Raíces con el vigor del cáliz.
Tu manera de acariciar sutilmente cada objeto,
cuerpo, cabello. Asaltando así mi atención, tiempo,
navegación. Causando un giro completo a mi cabeza,
norte, vida y constelación.
Tanto tiempo para entender que mi ser perdió
el interés de enterrarte.
Mi ser se hizo cargo de escribir en el
pecho de mi cuerpo, cada razón por la que decido
ahogarme y amarte.
Amo conocer casi de memoria tus estaciones:
cansancio, inseguridad, paciencia y huidas.
Amo escuchar el timbre de tus dolores de
cabeza, en el que tu rostro se baña en tonos
cálidos.
Amo a tu gato, a tu cuarto, a la colcha de cortina
y a tu cama destendida.
Amo que te duermas con facilidad, y el tener que
avisarte cuando es tu turno de jugar.
Amo que esporádicamente el mal humor te encuentre
pero que en un santiamén se eclipse.
Mi dulce pino, espero hallarte al final del pasillo,
poder sentarnos juntos en el sillón, compartir mate
y escuchar repetidas veces “Tú me acostumbraste”.
Amo chocarme con puntos de encuentros,
enchufarnos en todas las esquinas,
y sin esfuerzos olvidarnos de todas las conquistas.
Amo tus manos doradas, grandes y extensas;
como las hectáreas de baile que guardo,
para tus huellas, salvavidas y
tormentas.
Anhelo encontrarte en algún punto de mi
florido camino, y que me esperes con una raíz.
Así, despojarme de cualquier maleta
para que nos quedemos en vela.
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ES UNA INTENSIDAD DE BELLOS VERSOS
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