Dios te desconoce, a ti, quien contempla la muerte, pues si conociera el misterio y rencor que te envuelve y vela, quedaría ensimismado con tu rostro.
Tus lágrimas saciarán su sed, y tu llanto alimentará su alma, no habría cobijo ni amparo para tu piedad, pues Él desconoció de tus miedos y saben que no les debes nada, más que fidelidad a ti misma.
- Autor: 25. ( Offline)
- Publicado: 2 de abril de 2020 a las 15:49
- Categoría: Amor
- Lecturas: 54
- Usuarios favoritos de este poema: Nazaret Muñoz, Lualpri
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