Se abren las pupilas a la brisa de la noche, a la luz de la aurora boreal, a la furia del cenit.
¿Qué puedo esperar? ¿Qué alegría o tristeza esconde cada amanecer?
Apareció el eterno interrogante. La sed del alma, la angustia del corazón. Busco dentro de mí, y la luz de las palmas de mis manos se extiende al infinito.
Invade mi ser gratificante sensación, y entonces, el fruto de los sueños, la gloria de los días, y al unísono, penumbra de recuerdos y amargas sensaciones, aflora cual llama ardiente, cual alma penitente.
Retrocediendo en mi memoria y detenida en el tiempo, puedo palpar, el dolor cual filuda punta, como sombra imaginaria atravesando el corazón, la falsedad y veneno en fallidas promesas, y delinear sin titubear, los hermosos hoyuelos en tus blancas mejillas.
Bailamos al paso del destino, y de pronto, sin fundamento ni sentido, no estamos ahí. El As de la vida nos juega mala pasada. ¡Y la luz se hace sombra, y la alegría un charco de desesperanza!
Llega la melodía que acompañó aquellos días, pero no, no era la misma, su alma rota había fenecido.
Y
La fuente cristalina, aun siendo ella, se mira silenciosa y parca.
No obstante…
Me digo, Mírame tú, estoy aquí, más viva que ayer. La gota de melancolía ha hecho mella en la alegría y puedo mirar el campanario de futuros sueños y melodías.
¡Tanto amor no se quiebra con amargos recuerdos!
¡Tanta luz no se apaga con crueles soledades!
Caemos y caemos, hasta que al fin, alzamos la mirada, y entonces, el eje del corazón se agita y la furia del alma recobra su fiereza.
Entre el pensar y soñar,
Entre el descubrirse y hallarse,
Entre el amarse y perdonarse.
* Imagen tomada del muro de Islam Gamal
Luz Marina Méndez Carrillo/08012020/Derechos de autor reservados.
- Autor: VITRALES DEL ALMA ( Offline)
- Publicado: 3 de abril de 2020 a las 21:30
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 37
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri
Comentarios2
El duelo es largo si lo que murió es importante. La tristeza es más hiriente en el silencio oscuro. Cuando el amor se va, se va con todo. Incluso con el amor propio. Buen escrito, me gustó. Saludos.
¡Tanto amor no se quiebra con amargos recuerdos!
¡Tanta luz no se apaga con crueles soledades!
hasta que al fin, alzamos la mirada,
y el alma recobra su fiereza.
Entre el amarse y perdonarse.
Eres grande mi bella amiga tus versos enervan el alma dormida y exaltan las virtudes de un mujer.
Hermoso
Con mucho cariño
JAVIER
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