Éranse unos padres y unas madres que dedicaron todas sus vidas al trabajo, las madres no tenían un horario, ni siquiera pudieron aprender a firmar, el padre para aportar más dinero a la familia se traía trabajo extra a la casa, si acaso un café es lo que se permitía, todo esto lo hacían por sus hijos y por sus hijas. Pero el dios mercado, ese becerro de oro tan venerado por estos selectos iniciados, se encargó de decirnos que el trabajo duro y honrado es algo totalmente trasnochado. Si Einstein nos explicó la teoría de la relatividad. Si Galileo nos hizo ver el sol en toda su verdad. Si Beethoven con su sordera nos hechizo con el sonido solemne de su sinfonía. Si Velázquez pintó la inocencia de Margarita Si Cervantes unió la materia y el espíritu tan indispensables para comprendernos. Por qué no hay nadie capaz de explicar que uno no tenga derecho ni siquiera a ganarse su pan?
- Autor: argantonio ( Offline)
- Publicado: 6 de abril de 2020 a las 05:48
- Comentario del autor sobre el poema: Son infinidad las mujeres y hombres que han dado lo mejor de sus vidas por los demás, en las artes o en las ciencias, pensando en ellos les dedico estas palabras. Saludos a todos los amigos del Alma
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 22
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri
Comentarios2
Augusto Cuerva, los olores de la infancia permanecen frescos en la memoria, gracias a ellos nos mantenemos vivos y con ilusión. Saludos y ánimo
Lualpri, es difícil resumir en unas palabras los sentimientos de la niñez, pero esos olores de entonces nos mantienen jóvenes. Saludos y ánimo
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