Tú, rostro turbio, faz antónima de la vida,
que exhibes tu sonrisa siniestra y silenciosa,
oh, lóbrega estampa de la capa y la guadaña,
que gozas con criaturas que te temen y te huyen.
Si bien sabemos de tu visita inexorable,
no nos intimides con tu aspecto desafiante,
escóndete en tu nicho y mastica tus proezas,
y deja que tu vientre digiera tantas almas.
Si es tan ancha el ansia de devorar nuestro cosmos
agarra tu tenedor y pincha la codicia,
engulle ya el odio, la traición y toda envidia,
trágate toda esa boñiga para saciarte
y aporta algo a este mundo impúdico y putrefacto.
Hazlo ya, muerte. ¡Y préstame tu hoz para ayudarte!
- Autor: Hector Augusto Cuestas Venegas ( Offline)
- Publicado: 6 de abril de 2020 a las 12:34
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 34
Comentarios2
Una mirada para torcerle la mano a la pelá
Todo podría ser peor, y posiblemente así sea
En el más triste escenario uno encuentra la paz cuando se ha salido de él porque si lo ha pensado bien, la realidad podría no resultar tan brutal como lo pronosticado
Saludos
Así es, muchas gracias por su comentario. Abrazos.
No te había leído, y ahora que lo hago veo que poetizas muy bien; en este tiempo no es fácil encontrar poetas de calidad, escriben cualquier cosa y no se toman la molestia de trabajar el poema.
Me agrado mucho el poema.
Felicitaciones
Muchas gracias por esas palabras tan alentadoras. Estoy en esta página desde hace varios años, pero llevaba un tiempo largo sin volver a participar. A veces se trata de congelar la inspiración o más bien queda eclipsada por los afanes de la vida cotidiana. Estos tiempos han servido para reflexionar y sentir en profundidad cuán humanos somos. Aunque también escribo poesía libre, me gusta muco el soneto. Bueno, otra vez gracias y saludos desde Fusagasugá.
Muchas gracias por esas alentadoras palabras, amigo. Cordial saludo.
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