JOKER

Desde la profundidad, desde el abismo mismo de la maldad, donde se esconde lo inexplicable, la falta de piedad, ahí donde no llega la luz de la bondad.

Hoy te escribo desde la profundidad, justo en medio de las sobras, guerra de maldad , donde el humano perdió su identidad y ya somos bestias en plena libertad.

Levanto mi cabeza y ese hueco enorme se abre sobre ella, una distancia abismal nos separa, en las sombras siento el latido de mi corazón y el de otros corazones, perdidos, apartados , marginados: ¿ sabrá Dios que existimos ?.

Somos el residuo de la humanidad, los restos de una existencia, la imagen perversa de un rostro, la voz que se apaga al final de la noche.

Y aquí estamos, esperando el momento, tomados de las manos que puro huesos son, no nos quejamos, no lloramos, solo esperamos el momento.

No existe mayor libertad que saber lo que eres y aceptarlo. No existe mayor poder que el poder de disfrutar lo que eres. Ese rostro difuso que se pierde en la noche, soy Yo , uno más entre muchos que esperamos en este hueco de los apartados, de los lanzados por el mundo a morir...pero solo esperamos...que llegue el momento.

Sobre la calle vacía una pasos errantes acompañan la soledad de la noche ¿ sabrá Dios que existimos ?, sobre la calle vacía una figura que se pierde en las sombras , una voz que se escucha a lo lejos como una oración, sí una triste oración de despedida ante un mundo que nos margina , nos excluye y nos lastima.

Ese silbido perdido que oyes en la madrugada, es uno de los nuestros, un alma perdida que ha sido encontrada y ya no estará más sola, ha vuelto al redil de las ovejas perdidas que nunca fueron buscadas. Ese llanto que escuchas al amanecer del niño que amanece frente a una puerta extraña , de gente extraña y de alma extraña, ya no estará más solo, es uno de los nuestros. ¿ sabrá Dios que existimos?

En la profundidad de mi existencia he visto el verdadero rostro del hombre y puedo afirmar que no es el rostro del amor; solo cuerpos vacíos llenos de avaricia y maldad, carne podrida que se alimenta de egoísmo y escupe violencia.

Sentando , calmado, con solo la luz tenue de un farol espero el momento; en la quietud de la madrugada.