Se fueron lejos de la ciudad.
Diez jóvenes borrachos de vida y lujuria se echaron al hombro sus
hatillos durante diez días, huyendo de la barbarie y la muerte.
Sus casas vomitaban horror y espanto, y sus horas no eran aún llegadas.
Las calles un sindiós, la pestilencia campaba a sus anchas.
El pagano acudía a las puertas de la iglesia pidiendo árnica, acogerse
a sagrado; ¿la respuesta..? ausencia.
Dos de ellos deseando tributar a su amor una fiesta; eran Pánfilo y Pampinea.
El resto esparcimiento y juerga; la familia tenía en las afueras hacienda.
En el recreo que tocaba al cierre de cada jornada los jóvenes iban a solazarse
al frescor del Arno, que discurría ingenuo a las gentes y su tristeza.
Aunque deseosos, los circunstantes no llegaron a la cópula; el temor a la buba
era solemne y mala la consecuencia.
Mantuvieron las distancias a duras penas, a pesar del vigor de la libido reinante.
Eso, lo tuvieron que dejar para más adelante.
- Autor: Albertín (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de abril de 2020 a las 17:02
- Comentario del autor sobre el poema: Tan antiguo y tan moderno al mismo tiempo.
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 30
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.