NI TUYA NI MÍA.
En esta habitación.
… Ni tuya ni mía,
palpitante el corazón,
ocultándonos de la vida.
No somos dueños de nada:
Ni del lecho que nos consiente,
ni de la acariciante almohada;
Tampoco de la sábana diligente,
sobre tus formas y tu piel ardiente.
Más en esta cita tan ansiada,
entre la alcoba que nos esconde,
solo son propios nuestros nombres
y el clímax de la entrega inmaculada.
Más nuestro amor no es de hostal,
ni simple liviandad sin razón,
tampoco es apetencia sexual.
Sólo es: Amor puro, verdadero y real,
engendrado casto en alma y corazón.
No se juzgue pues condición o lugar,
para amarse no hay tiempo o locación,
bastan dos almas dispuestas para amar
y el ficticio pecado será redención.
Autor: Víctor A. Arana.
(VÍCTOR SANTA ROSA)
Marzo 30 del 2020.
- Autor: VICTOR SANTA ROSA ( Offline)
- Publicado: 15 de abril de 2020 a las 00:00
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 34
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, DFV
Comentarios2
NO EXISTE PECADO EN EL
AMOR Y NUNCA IMPORTA EL LUGAR SOLO IMPORTA DEL DESEO ENGENDRADO EN EL AMOR QUE SE SIENTE
SALUDOS
Gracias Poeta por la visita y el elocuente y certero comentario. Saludos.
SALUDOS RECÍPROCOS POETA
Admiro la gracia de tu pluma. Cuídate!
Liss: Gracias amiga Poeta por el comentario muy elocuente. Lo aprecian mis sencillas letras. Saludos.
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