Piel sedimentada-.

Ben-.

Erosiones y sedimentos

ocuparon repentinamente

mis manos. En trazos sostenidos,

invasores de pleamares y barros.

Vi habitaciones soleadas, cortinas

en bajas ciudades sin sótanos, vinos

etéreos circular de brazo en brazo.

Tuve la oportunidad de controlar

el limo de los acantilados, sueños

nefastos que gestaron los años y los recuerdos.

Mi mano negra voló en pedazos,

hindúes de rabiosa cola larga, formularon

mis propósitos y dieron radiaciones a mis

músculos ateridos.

La catapulta con que me hirieron

yace ahora sobre el suelo, digna, dignísima,

tan elegante como un camello en un desierto

de agua.

Multipliqué los panes, concreté el cabello

color aceituna de los enseres y los lugares,

derribé los mitos, y estiré mis labios con un

circular beso.

Trabajé sólo por eso, beso sobre beso,

contubernio de adolescentes que, frenéticos,

desmienten a las autoridades y siguen

su sexo- ensueño.

Cúpulas de barro; fondos artesonados

como ladrillos de cimientos, cumplí

mis viejos años, lagarto de piel rígida,

en el submarino vaso de los infieles.

Y mentí, desmentí tenazmente los

cuerpos que me persiguieron como fantasmas:

yo iba delante de ellos, en casi todas

mis carreras espectrales.

Trabajé sólo por ello-.

 

©

 

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Comentarios +

Comentarios1

  • Anton C. Faya

    Has afilado el trazo mi amigo... Este me gusto mucho...

    • Ben-.

      Gracias Anton, un saludo!



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