Ocurre a veces, que el cuerpo se cansa de llevar
el alma y su sombra.
Día tras día, esa carga inevitable
tan agobiadoras en toda circunstancia
donde el alma lleva a vivir distinto
al cuerpo y la sombra fiel.
Pero un día, el cuerpo…
el cuerpo abandona todo
dejando la sombra perdida
y el alma, sin nada
nada de nada…
………………………………………...
De noche, entre las sombras mas oscuras
la Sombra abandonada
añora los días de sol
ese cuerpo protector
con el Alma
que la saludaba abriendo los brazos
mientras ella se estiraba al infinito
en cálidos atardeceres.
En esa noche sin luna
la Sombra encontró
al alma solitaria
lamentando su abandono.
Los brillos de las estrellas
y algún guiño fugaz del cielo
cobijaron ese encuentro de amor
entre el Alma y la Sombra.
Pero llegó el amanecer
y la Sombra no tenía brazos
para abrazar.
Ni pudo saludar al alma
que se perdía por la pared
deslumbrado por el sol.
Al poco tiempo
llegaron dos hombres
y sus sombras
que cargaron la caja en un carro
junto a la que ahora es su sombra.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de abril de 2020 a las 12:02
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 20
- Usuarios favoritos de este poema: Texi, alicia perez hernandez
Comentarios1
INTERESANTE Y BELLOS VERSOS.
SALUDOS POETA.
Gracias por tus palabras.
Un abrazo.
Esteban
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