Mil tormentas se han desatado
desde los orígenes.
El hambre.
Las inundaciones.
Las guerras.
Las necesidades,
se abatieron
sobre el Hombre.
En el limonero
apareció un brote
esta mañana.
Un poeta desconocido
publicó su primer libro.
Una madre columpia
a su niño al sol.
El Hombre,
abandona su espada,
su arma automática
y ya es otra vez
niño.
Corazón deazúcar y papel.
Otra vez es el total
y sólo un pequeñísimo engranaje,
latiendo
con sus conocimientos,
sus esperanzas,
sus dudas,
sus temores.
Sin embargo,
el Hombre se levanta
y mira hacia arriba.
Avanza.
El Hombre cree,
y eso basta.
Mientras la guerra
otra vez ha comenzado
en alguna región
del planeta
Tierra.
Comentarios2
El hombre y sólo el hombre es el culpable de tantas aberraciones, por ende, es el hombre quien debe de pagar.
Así son ciertas categorías de personas. Un placer leerte. Abrazos
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