El dictador amenaza
sacando a flote su casta,
con el poder, él aplasta;
y la palabra amordaza.
Es un violador frecuente
del Estado de Derecho,
sacando inmoral provecho,
con su miasma recurrente.
Carismático farsante
con su perfil envolvente,
aparenta ser decente,
y de carcoma portante.
Aprovecha sus poderes
cuando está de Presidente,
de otros mandos excluyente,
disfrutando sus placeres.
Nunca atiende sugerencias
él cree saberlo todo,
va resolviendo a su modo,
cometiendo incoherencias.
Pero nada será eterno
y el pueblo no es tolerante,
en la lucha es desafiante;
puede tumbar al gobierno.
-
Autor:
Freddy Kalvo (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 18 de abril de 2020 a las 13:29
- Comentario del autor sobre el poema: Si un gobernante militariza el primer Órgano del Estado para conminarlo a que le aprueben préstamos; utiliza la fuerza pública para amedrentar y someter al pueblo; comete desacato a las resoluciones jurídicas emanadas de la Corte Suprema de Justicia; toma decisiones en contra de la Constitución; no atiende sugerencias de nadie creyendo saberlo todo y pretendiendo controlar todo; solo muestra características psicológicas del típico dictador valiéndose del poder.
- Categoría: Sociopolítico
- Lecturas: 225
- Usuarios favoritos de este poema: Mily H.V, alicia perez hernandez, Kinmaya, Yamila Valenzuela, F-JAZ
Offline)
Comentarios4
Muy agradecido Manuel. Los dictadores tienen sus seguidores, y no son pocos, son muchos; son de esos tantos que lo eligen y le aplauden a su mismo verdugo.
Pero como dijo Facundo Cabral: por muy temprano que te levantes... siempre habrán muchos de ellos.
Abrazos fraternales.
Buen poema en redondillas. No se si estoy equivocado pero El Salvador siempre tuvo dictadores; estos suelen perdurar en la poltrona; mas conviene hacer las denuncias fundadas y echarlos a los 4 años.
Sea cual sea la problemática de El Salvador. Su poema esta bien formado y acertado.
Saludos
Gracias LUIS.RO por vuestro comentario. Hubieron períodos en la historia de El Salvador que hubo gobernantes dictadores y, fue esa una de las muchas causas que originó el conflicto armado entre 1980-1992. Después de la firma de los Acuerdos de Paz el 16 de enero de 1992, se tuvieron "gobiernos civiles", aunque desde 1984 con la llegada de Duarte a la presidencia se tuvo, teóricamente hablando, un "gobierno civil", pero éstos siguieron obedeciendo a los terratenientes, la oligarquía, a los militares y el imperio. Durante una década gobernó la izquierda (2009-2019) y hubieron algunos avances democráticos en las instituciones del Estado, pero no fueron suficientes; pero lo que hoy está pasando con el aprovechamiento de la aparición del COVID-19 es un retroceso a las décadas obscuras del 40´- 50´- 60´- 70´- 80´ del siglo pasado.
Gracias por la visita y comentario.
Abrazos fraternales.
De acuerdo Fredsy, Gracias
Todos los países tenemos el mismo problema, los gobiernos hacen las leyes a su antojo ellos se enriquecen y el pueblo se empobrece.
ABRAZOS Y SALUDOS AMIGO FREDY. FELIZ FIN DE SEMANA!!
Mi estimada Alicia, gracias por la visita y comentario. Hay mucha razón en lo que planteas. Las leyes se elaboran para proteger los intereses de quienes tienen control del poder económico y político.
Abrazos fraternales
Tu poema recoge con gran calidad la tragedia de los pueblos oprimidos por los dictadores de turno.
Todas las dictaduras siempre terminan cayendo por su propio peso. Los tiranos secuestran a los pueblos con el poder de sus penosos puños, son la nefasta fuerza de la razon que aplasta cualquier opinion contraria que debilite su poder, el poder de las armas.
Es terrible la pandemia que estamos viviendo, y encima tener un dictador al poder es una locura.
Amigo, te deseo lo mejor...y que pronto mejore la situación politica de tu país.
Te mando un abrazo.
En completo acuerdo con tu exposición mi estimado Kinmaya. La historia recoge muchas experiencias de tiranos que han sido gobernantes y han cometido atrocidades contra la humanidad y, eso aún ocurre en pleno siglo XXI.
Halagador saber de tu visita desde la tierra que vio nacer a Galeano, Benedetti.
Un abrazo fraterno
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