Enjuto de carnes aguardo
juez y sentencia.
Tener o temer, ese es el dilema.
Detener al tiempo de su constante
recorrer por un reloj sin esquema,
arena que cae ajena y menguante
como lluvia dorada y brillante,
que tras de ser posada es pasada,
pensada y vacilante, tronante,
vilipendiada y recalcitrante.
Risa callada que llega atrasada
a la memoria que mortal recuerda.
Querer o perecer, soga o cuerda,
toga exigua que antigua y pisada,
pesada en una romana adormece,
e irónica a la Historia pertenece
y esperada en los anales de la escoria
desciende un tupido velo de inercia
y simiente, y sigue silente
en el paso del viento.
Cuento, o no cuento, ese es mi ascendiente,
mi excipiente, tendente y sediento...
Lo siento, de veras lo siento.
- Autor: Albertín (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de abril de 2020 a las 14:21
- Comentario del autor sobre el poema: El cerrojo de un reloj de arena y su menesteroso paso del tiempo.
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 54
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.