Los dioses han salpicado la noche de estrellas, cual si fuese polvo celestial, han dejado que la brisa universal las disperse sin orden sobre la bóveda celeste, tengo prueba de ello, sobre mis manos tengo restos no creíbles del lagrimar de los dioses sobre las estrellas, ¿ quién creerá que en mis manos están?, he de apostar yo que los incrédulos amantes de la verdad querrán introducir sus dedos justicieros dentro del llanto coagulado venido de las estrellas,
lamento esta encrucijada terrenal donde para demostrar la existencia cuestionable de una lágrima, debo permitir que un dedo en llamas confirme sin un ángulo de dudas que la flor que crece en la palma de mis manos hunde sus raíces eternas en las lágrima polvorientas dejadas al descuido por los dioses sobre un grupo de estrellas, como si lloraran por ellas, como si eyacularán sobre ellas.
Muchas veces la vida se distrae y en el girar de la ruleta coinciden la desdicha y tú, la alegría y tú, las lágrimas y tú, es en esta coincidencia ajena a tus deseos donde brota la fuente de agua que en el mar de tu destino ha de dormir y es en esta coincidencia sin misericordia donde terminas con unos dedos ardientes clavados en las lágrimas aglomeradas en la palma de tu mano.
Espera, la retirada no es una opción, ningún nombre debería perderse en el abismo del tiempo, ninguna persona debería borrarse de si para no enfrentar la encrucijada estrellada en la que una vida en descuido lo ha puesto, todos llegamos al momento que es el centro de todos los momentos, donde una vida vivida, ganada o perdida, muriendo o naciendo, es expuesta sin pudor, sin ningún cobertor que proteja las sombras impronunciables que dormitan en el murmurar de los secretos encarcelados en el pasado.
Por ello tengo estas lágrimas de los dioses en las palmas de mis manos, son el pago por mis heridas del pasado, causadas o recibidas, ancladas en el mar de mis anhelos o perdidas a merced del viento del recuerdo; no es mi culpa que llueva sobre las estrellas el amor, no es mi culpa que al juguetear los hacedores de mundo, sus lágrimas de felicidad se deslicen por las nubes y terminen germinando sobre ti y sobre mí
- Autor: J- MAN (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de abril de 2020 a las 19:25
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 44
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