En este día de tormenta, día de lluvia y viento, de estos de mal presagio,en el cual mis pensamientos por ti, al no estar aquí, fluyen, mi amada,con tal intensidad que ni los truenos con su sonido,ni los relámpagos, con su inmensa luz, hacen recaer en mí los deseos de que estemos en nuestra alcoba como fieles amantes y compañeros hasta que la muerte nos separe. En este día tan malvado, es mi lucero, el que guía la esperanza de que cambie y que finalmente nos encontremos como buenos amantes y nos amemos hasta que nuestras almas digan que no pueden más. Desde ese momento, estaremos unidos por nuestros destinos y así será hasta el fin de la eternidad.
Comentarios1
EL DESTINO SIEMPRE NOS ALCANZA
Buenas tardes...
Gran verdad amiga...
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