Se duerme la tibieza si la luz se apaga
y despiertan las noches bañadas de rocío;
hay ausencias erguidas clavadas como daga,
y congoja que abraza y en nostalgia naufraga.
Lo dulce de unos labios vuela con el viento;
ni roza ni se anida en la miel de los ajenos.
La lluvia crea ríos y es señal de tormento,
mas es siempre vida un íntimo sentimiento.
Breve fue lo eterno del fulgor pretendido:
el matiz del silencio y la floresta sin riego
disgregaron colores en suelo deprimido...
Resiste el carvallo, aun con verdor perdido
- Autor: Gisela Villarroel (gisell_v) (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de abril de 2020 a las 11:01
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 41
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Hugo Emilio Ocanto
Comentarios2
Bellas son tus letras, Gisell.
Gracias por compartir.
Un abrazo.
Exquisito poema, saludos.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.