(Ciudadano increpa a unas mujeres que salen de misa). Ver vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=zyHBzqu9jbk
¡Cuánto ignorante, Señor!
pensarán, ¡qué metepatas!
y con razón, las beatas,
de este bronco acosador,
que, con semejantes formas
y recurriendo al insulto,
demuestra ser un inculto.
Aquí no valen las normas:
este templo está blindado
contra virus y bacterias
y a salvo de las pandemias.
¿Qué se cree este chiflado?
Este no sabe el poder
letal del agua bendita,
por eso se enfada y grita;
¡Lo que hace el no conocer!
Casi seguro que, al ver
la pila de agua bendita,
ya el virus se debilita
y acaba por fallecer.
Y luego está la oración,
seguro y santo remedio,
que se quiten, pues, de en medio
el virus y este melón.
La más ilustrada opina:
si el virus ese me afecta
y, si alguien por mi, se infecta,
será voluntad divina.
Xabier Abando 24/04/2020
- Autor: Xabier Abando ( Offline)
- Publicado: 24 de abril de 2020 a las 09:30
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 67
- Usuarios favoritos de este poema: Jorge Horacio Richino, Anton C. Faya, Flor de otoño
Comentarios1
Es un placer visitar tu espacio...
Bienvenido, Anton. Muchas gracias.
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