Sea que la brisa roce la cara
o el viento ausente no se acuerde de mi,
mi velero avanze
a su ritmo,
con sus penas,
con su tardanza.
Sea que la música venga
o el silencio se apodere de mis manos,
desenvaine mi guitarra
-compañera de vida-
y me defienda de las cicatrices.
Sea que mis letras sean mudas
o sordas y pecadoras,
lleguen a las manos
de quien
no trate de entender
lo que estoy buscando.
Sea la noche
cuando no quiera el día,
sea uno a uno cada minuto,
cada calada,
cada suspiro.
Que la mancha de mis huellas
no sea imborrable,
y que aquel beso
no sea irrepetible.
Sea que dejemos de ser hombres
para ser más humanos
y no lavarnos las manos
con la sangre de quien nada ve.
- Autor: Alejandro Ramírez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de julio de 2010 a las 11:47
- Comentario del autor sobre el poema: Creo que el agnosticismo es la doctrina en la que mejor me acomodaría, sin embargo tampoco me considero parte de ella, pero esto es un ruego a la vida, a mi mismo y mis congéneres humanos.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 76
- Usuarios favoritos de este poema: Adrian VeMo, elvira olivares
Comentarios2
nuevamente, amen
genial, estos poemas que escribes, compañero, me llenan de energia.
un gusto
Muchas gracias mae, tiempo sin verlo, y le cambio el amen por salud! jaja.
EXCELENTE ALEJANDRO, LAMENTO NO HABERTE LEÍDO ANTES, CUENTO CON POCO TIEMPO.
MUY ESPECIAL ESTE POEMA, ALECCIONADOR Y PROFUNDO.
FELICITACIONES AMIGO.
Gracias por tus palabras. No te preocupes, entiendo muy bien lo del tiempo, ya tampoco dispongo de mucho en ciertas ocasiones.
Un abrazo.
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