en cuarentena

Haiden

Una lágrima compasiva

Una sonrisa burlona, cómplice

el silencio respetuoso, hondo, grave

Ante quien fue valiente un día

Y cayó con violencia

Su figura retorcida degeneró en número, frío, muerto.

Una flor absurda en territorio árido.

tiene que morir.

 

 

Existe una ley que proclama a

La humanidad como benignidad innata

Es falsa. Torpeza y necedad es la norma

Capricho e inconsistencia, la constante humana.

¿Quién soy? Hijo de esta madre malvada

Mordiendo y arañando mientras sonrio

Desgarrado y vuelto mierda…

Pongo cara de sabio triste.

 

Incierto, prepotente, mutista

Ante el que sufre,

Sufro yo cuando todo es fiesta.

Señalado, incomodo al mundo

Contemplo al otro iracundo, no comprendo

su afán, su disciplina, el orden

Solo atiendo al impulso y al ahora,

el mañana es gris y en la noche, no existo.

 

 

¿Puedo llamarme hombre?

Tal vez monstruo, engendro, despojo

Así me siento, extraño ante los otros,

no mejores. Pero mejores

Porque no los conozco, son como flores

que piso o tal vez, huelo su aroma, es bello

y solo eso, no hay fondo ni misterio.

 

Acorralado, en la esquina última,

en el costado, sin lenguaje

Solo espinas en la lengua

De cuchillas la garganta

Las manos cual tenazas.

Reptando, replegado en un solo espasmo

y agitado,

Lleno de miedo, impotente

no ya humano, sino bestia,

embisto, me retuerzo,grito.

No hay quien conmigo pueda

Soy flecha envenenada,

me inmolo y con mi sangre hiero.

  • Autor: Haiden (Offline Offline)
  • Publicado: 26 de abril de 2020 a las 03:56
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 24
  • Usuarios favoritos de este poema: Lualpri
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