No puedo pensar de qué forma esto se volvió en mi contra,
en qué momento dejé que tú sustituyeras los sueños que tenía,
cómo permití que a mi vida la controlaras,
si sólo te dije un día que te amaría.
Creo que el problema no es que te ame,
el problema es que me dijiste que también lo hacías
ahora de mi mente no sale tu rostro,
mejor te hubiera alejado cuando apenas te conocía.
Desde que despunta el alba tengo dos ideas en mi cabeza,
la primera es que no te tengo conmigo ahora
y la segunda es que tenerte conmigo no da espera.
No dudes que mi alma por ti suspira,
que tienes la potestad sobre el elixir de mi boca,
que me has quitado la fuerza para querer alejarte
y que mi voluntad contigo es poca.
Te he entregado todo lo que soy,
eres el dueño, amo y señor de mi vida
tu decide qué quieres para nosotros,
tu decide qué haces con mi alma enardecida.
Te amo y no puedo ni quiero evitarlo
pero voy a tomar las cosas con prudencia,
lo que menos quiero es hacerte daño
o mentirte haciéndote falsas promesas.
Ten en mente sólo una cosa,
¡te amo como nadie más lo haría!
si me aceptas contigo voy al fin del mundo
para hacerte feliz el resto de mis días.
AURIS
05/02/2010
- Autor: Delalma (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de abril de 2020 a las 14:53
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 69
- Usuarios favoritos de este poema: Ma. Gloria Carreón Zapata.
Comentarios2
Hermoso sentimiento transcrito en sus bellos y delicados versos, un placer disfrutar de la lectura. Saludos cordiales.
Una delicia de ansiedad
de fuego y miel
de querer y no querer.
Una cara del amor.
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