Llorar con el aguacero
es secarme con tus labios
dulces, seductores, amplios,
balsámicos, lisonjeros.
Llorar por lo que me muero
cuando no estás a mi lado
es ver el cielo nublado,
es tener el alma helada,
es despertar en la nada,
es vivir desesperado.
Cada llovizna traviesa
es un canto de la vida
para limpiar las heridas
para lavar la tristeza
cada lluvia es la certeza
de flores en la sabana
de las aves que en jarana
mañana amanecerán
con trinos que traerán
felicidades tempranas.
Y cuando te sueño llueve
desvelo sobre la palma,
se queda la mar en calma,
ni una hoja se mueve.
Llueve tu respiro leve
sobre la gélida noche
llovizna sobre las doce,
hora cuando estoy soñando
que el beso viene asomando
sin timidez ni reproches.
Llorar con el aguacero
cuando la noche se va,
ya el día naciendo está
con un errante lucero.
Triste queda el romancero
sin el verso de tu antojo
y triste sin el sonrojo
de tus mejillas de seda
cual ave sin arboleda
se van quedando mis ojos.
- Autor: Julián Rivero (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de abril de 2020 a las 21:12
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 58
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
Comentarios2
un deleite de lectura...
Imagina cuánto me deleité escribiendo esas décimas. Gracias por comentar. Estaré pendiente de leer tus poemas.
Después de muchos años volví a ver si todavía seguía mi cuenta aquí y ver si podia comentar. Me he alejado mucho de camino de la poesía, hoy con tu poesía me motive a hacerlo, para comentarte y para decirte que me gustó mucho. El poder de un letrado es tan grande. Gracias amigo. Buscaré las formas para volver. Muy bello tu poema una grata lectura.
Gracias. El poder reside en la sencillez de amarlos. No dejes la poesía, ni permitas que ella te deje.
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