Bendita aquella tarde
del día en que te vi,
llegaste, mariposa
con vuelo muy sutil,
posaste en una rosa
buscando tu botín,
y el beso de sus labios
que quiso recibir,
los pétalos golosos
se abrieron porque sí,
y fueron un reclamo
de flores y jardín,
el sol te saludaba
con rayos, muy gentil,
y tú le sonreías
con cara de infeliz...
Bendigo aquel momento
que un día yo viví,
leyendo tus poemas
de un modo muy febril,
los versos cautivaban,
dejaban frenesí,
al alma soñolienta
de un niño en su confín,
vivía en una nube
mil sueños de marfil,
ajeno a que muy cerca,
un sueño le era afín,
¡el sueño de los sueños,
un sueño sin matiz,
el sueño que su alma
buscaba con trajín...
"...Bendigo aquel instante,
(guardado cual rubí),
que pude ver tus sueños
y en ellos, verte a ti..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/03/20
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 28 de abril de 2020 a las 06:55
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 45
- Usuarios favoritos de este poema: Jorge Horacio Richino
Comentarios3
Precioso Rafael, escucho tus poemas todas estas noches en la sala de Maren que lindos amigo
Cariños poeta
Gracias Angi. ¡Cuántos recuerdos de esos tiempos pasados...! Nunca los olvidaré...
Un abrazo.
nadie los olvida pero imposible volver a vivirlos de igual forma
tiempos idos hermosos y memorables
cariños amigo
Así es Angi, tiempos idos, como dices, con rescoldos en el alma.
Un abrazo y feliz día.
Muy bonito ... Precioso un saludo
Gracias Andy.
Un saludo.
Hermoso y abundante de sentidas metáforas!
Un placer de lectura!
Un abrazo!!!
Gracias Jorge.
Un abrazo.
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