Tres historias para recordar

En los altos techos de la Iglesia

se escuchaba la voz del oficiador de misa

todos repitiendo las letanías

a un lado , en un cuarto cerrado , el cura auxiliar

de rodillas, con los ojos cerrados repetía las letanías muy concentrado, en instrospección...

atrás de el, un acólito le hacía reventar los huevos 

en el culo....como gozaba el cura ...minutos después

el acólito eyaculaba en la espalda de su predecesor

la Iglesia rezaba y el cura elevó una plegaria

por mas cogidas como esa....

en Corleone , un narco hacía una llamada

corta pero conciza , a Gran Bretaña

un envío de droga encaletada en costales de arroz y papa

a su vez enviarían 10 anzuelos por el aeropuerto de Londres....10 incautos burriers que distrairían 

a la poli para hacer llegar la droga a Miami

con ese pase , tendría para contratar mas seguridad

y propiedades....colgó y se fue a servir un whiskii con hielo

estaba tranquilo durante lapsos de tiempo

luego venían las visiones y las audiciones desagradables

y en sueños , soñaba que jugaba con otros mafiosos de otras ciudades...correteaban por los campos de trigal y reían y eran felices....

de pronto las nubes se oscurecían

y un niño gordo llegaba con motosierra y los desmembraba a uno por uno

y dejaba una nota : "Asi terminan los que no aman"

mientras tanto en Marsella , el rey se despedía de su amada....ella con su vestido mas elegante

y sus joyas mas finas, le hacía adios a su darling husband

terminó su taza de tė y su empanadita de carne vienesa...los niños jugaban en los jardines

tocó la campana , entraron dos sirvientes

se desabrocharon el pantalón -como de costumbre-

uno se tendió en el suelo y el otro de pie

la reina se levantó las faldas y se introdujo el falo

hasta las entrañas, una y otra vez

una y otra vez

mientras lamía la punta del otro falo (refinado habito?)

asi hasta dejar toda la leche de los servidores en su taza japonesa y mezclarla con agua tibia

hacía pasar a sus hijos , les besaba la frente

y , culminados sus deseos carnales

empezaba a leer los diarios

esa era la monarquía en todo su esplendor