Apesadumbrado suspira con sus endebles prolongaciones
la furia que da las postergaciones.
El sedimento fue su umbral.
Hijo de las desventuradas cuerdas.
Elemental instrumento de dioses ebrios
de tendones rotos en la penumbra.
Y canta tardíamente entonando
pequeños ojos que pueden
confundirse con los ecos del fin.
Se enmaraña con el olor de la ansiedad
con el sabor del maduro tiempo.
En el espacio la sustancia no
recuerda el espejismo de las lluvias
ni el rechinar de los cielos.
Va ensordeciéndose y lamentándose
de la soledad incomprensible
como la materialización del pensamiento
que encuentran guirnaldas de cruces
en el vientre del cielo esmerilado.
Se escuchan aullidos marginales.
Tenebrosos reloj del dolor que
no recuerda los nombres al alba
Ha de volverse vida quien perpetúa la nada.
- Autor: Carlos Casagemas (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de mayo de 2020 a las 00:24
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 39
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
Comentarios1
PREMIADO CON GUIRNALDAS AL NACIMIENTO DEL ALBA DE BELLOS VERSOS.
SALUDOS POETA. FELIZ NOCHE
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.