Un día de pronto todo cambio, al mundo un terrible virus llego, de un solo golpe a todos nos encerró, tomandonós por sorpresa con nuestra paz acabo y así sin más un día todo cambio.
En casa reinaba la angustia y preocupación, cuando podremos salir preguntaba el vecino, mientras que a través de una pantalla me veía con mis amigos, los más viejos aprendieron a usar la tecnología y asía a la fuerza se volvió parte de sus vidas.
En las noticias decían que esto es una guerra, y que debíamos combatir desde casa pues esa era nuestra trinchera, a quienes el virus contagiaba a los pocos días se lo llevaba, y así sin entierro previo, se los llevaban de poco al cementerio.
Las cosas simples y sencillas se empezaban añorar, inclusive ese necio tranque que no me deja temprano al trabajo llegar, empezamos a valorar las cosas sencillas de la vida, era feliz y no lo sabía.
Por su parte los animales a la pandemia agradecían pues de a poco volvían a recuperar sus espacios y tranquilos en las calles se les vía, mientras todos nosotros admirados solo desde la ventana observábamos, todo cambio me decía yo y sé que aunque todo acabara un día así como llego, el mundo no será el mismo.
Bendito sea Dios!
- Autor: Benito Lucero A. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de mayo de 2020 a las 12:33
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 64
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.