JESUS DE NAZARETH, REY DE LOS JUDIOS

cruz de madera, arriba de un monte.

clavado a ella, un hombre.

siendo inocente, se hizo culpable,

por amor, solo por amor.

 

a los lados, a la izquierda y a la derecha,

dos malhechores, tambien crucificados.

ambos merecian lo que padecian;

pero aquel varon, era inocente, era inocente.

 

la gente contempla aquel triste espectaculo.

hay  quienes lloran, otros se burlan.

nadie siente compasion de el,

solo desprecio, solo escarnio.

 

desde aquella cruz, el grita algo;

nadie logra entender.

el solo mira hacia el cielo,

agonizante, agonizante.

 

uno de los malhechores

con soberbia lo injuria,

mientras que el otro lo  reprende

como frenando su locura.

 

el ambiente esta enrarecido

y la tierra esta en tinieblas;

sobre esa cruz lleva escrita esta sentencia

 JESUS DE NAZARETH, REY DE LOS JUDIOS.

 

aquel hombre esta coronado

con una corona de espinas,

clavado de pies y manos

y su alma de tristeza herida.

 

el hombre mira hacia el pueblo

como sintiendo su desprecio;

nadie siente compasion por el,

ni siquiera remordimientos.

 

antes de su ultimo suspiro

se vuelve a escuchar un grito:

PADRE, PERDONALES

PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN,

y un silencio aterrador

deja el ambiente frio.

 

de pronto a una mujer 

que estaba a sus pies,

le dice al que amaba su alma:

mujer, he aqui tu hijo;

y al que amaba su alma:

he aqui tu madre.

 

silencio incierto y sepulcral.

de pronto se escucha: 

PADRE, EN TUS MANOS

ENCOMIENDO MI ESPIRITU.

 

y justo en ese momento

aquel hombre inocente..., murio.

 

hubo un gran terremoto

y aquel velo se partio,

y el que traspaso su costado

aterrado exclamo: verdaderamente aquel...,

aquel era HIJO DE DIOS.