Las puertas están abiertas.
Pero no para destrozar el camino de este amor.
Para aprender a caminar entre mis flores,
respetando su lugar,
midiendo la distancia entre ellas y tus pies;
sorteando las piedras que salgan al paso
para no tropezar de vanidad
y que las puedas pisar.
Aferrada a la avalancha de tu existencia,
me encuentro con la tierra devastada de tu huida.
Lejos del inusitado amor que me arrastra disfrazado de virtud,
que me mueve como una bolsa a merced del viento,
y tu oscilante encanto, a veces sagrado y a veces sangrante
...me han hecho pensar.
Que ahora me amarás como merezco,
porque ahora las reglas serán otras.
Se tomarán a cada paso
de dos almas separadas,
de las que el amor ha hecho,
que a intervalos,
se muevan con un pulso común.
No habrá lugar para discordias.
La vida obliga a ser feliz.
Y como sé que las paredes oyen
y tú escuchas dentro,
te digo un te amo;
gánate mi confianza,
pasa página,
vuelve.
Y ahora hazlo bien.
- Autor: Alabama Selva (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de mayo de 2020 a las 20:45
- Categoría: Amor
- Lecturas: 24
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Lualpri, Kinmaya
Comentarios1
Hola Alabama...tu poema me ha cautivado, perdi la noción del tiempo al leerlo, te lo digo de inmediato porque así lo siento.
Incluso en las estrofas finales logras un cierre vivificante.
No suelo decir esto...pero con todo respeto cambiaría una sola palabra, cuando dices "una bolsa a merced del viento" la palabra bolsa no me parece una palabra adecuada, usaría alguna mas poética. Hay discúlpame el atrevimeinto...es que me gusto tanto, que quería decirtelo.
Un saludo cordial.
Me alegro de que te haya gustado Kinmaya. Gracias por la puntualización. Saludos
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